Para Tina, una luchadora que nunca perdía la sonrisa

“A Tina le gustaba mucho el cine. Todos los miércoles íbamos a la sesión de las 6 a los cines del Grao. Con ella hablaba de muchísimas cosas. Siempre tenía la sonrisa en la boca. Era muy buena compañera, pero, sobre todo, muy buena persona. Le gustaba preguntar aquello que le llamaba la atención. Era una persona muy curiosa. Hablábamos sobre las actividades que llevábamos a cabo en el Maset. Cuando participaba en las fiestas lo vivía siempre con alegría y compañerismo. Yo le preguntaba muchas veces a la hermana qué tal estaba Tina. Últimamente ya la veía peor, lo cual me dolía mucho. La última vez que la vi fue hace tres semanas. Estuve hablando un rato con ella. Cuando le hablaba te miraba a la cara. Eso me gustaba mucho. Luego, como estaba peor, no bajaba de la habitación. Cuando me enteré de su pérdida, me quedé en blanco, pues no me lo esperaba. La voy a echar muchísimo de menos” (Marisela).

“Yo me acuerdo de que hace años hicimos una excursión a Segorbe y me acordé mucho de ella, pues era de allí. Cada mes de septiembre hablábamos de la entrada de toros y caballos de su pueblo. Se la echará mucho de menos en el Maset” (Emilio).

“Era una chica muy alegre. Hablaba de cualquier tema. Sabía mucho. Le gustaba mucho salir y comer fuera. Tenía muchos contactos. He hablado bastantes veces con ella, pero me hubiera gustado hablar más porque sabía de todo. Recuerdo, hace años, los fines de semana que nos quedábamos un grupito de usuarios y cuidadores para hablar y contarnos lo que nos pasaba. Tina era una de las que participaba en esas tertulias. Su hermana venía mucho a verla y se iban muchas veces a comer fuera. Tina era una persona muy sociable y alegre. Tenía una voz muy bonita. La vamos a recordar mucho” (Javi).

“Me acuerdo de la época en la que íbamos a la piscina Emilio Fabregat. Yo iba con ella (conmigo iba mi madre). Venía su hermana para ayudarla en el vestuario. También me acuerdo que antes nos juntábamos para fumar y aprovechábamos para hablar de todo. Le gustaba mucho el fútbol. Era del Real Madrid. Lo último que recuerdo es que me pude despedir de ella: fui a verla al cuarto y, como siempre, la encontré alegre y con muchas ganas de vivir” (María Teresa).

“Cuando veníamos a las reuniones siempre estaba en la entrada y nos recibía con una sonrisa. Era una persona muy abierta” (Miguel Ángel Sánchez).

“Yo recuerdo de Tina que cuando entré en el Centro de Día estuvimos hablando de la enfermedad que yo tengo, la distrofia muscular, porque creía que teníamos los mismo. Pero descubrí que era otro tipo de enfermedad. Le dije que por la noche descansaba muy mal y me levantaba con el cuerpo molido. Me contestó que la solución era dormir en un colchón antiescaras. Me compré uno y, desde entonces, descanso muy bien. Nos hicimos muy amigos y hablábamos muchas veces de temas distintos. Yo le dije que había estado en su pueblo natal varias veces durante las fiestas. También hablábamos de Barcelona: ella había vivido y trabajado allí y yo había estado varias veces. Era una ciudad que me gustaba mucho a los dos. Era muy aficionada al fútbol. Me preguntaba mucho por el Castellón. Vimos un partido en Castalia, donde coincidimos en un partido. Siempre la llevaré en mi corazón” (Víctor).

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